Semillas cósmicas es un viaje, un encuentro con el origen de la vida; una propuesta que reflexiona sobre cómo nuestros actos de conciencia están conectados con la esencia de la creación, nuestro entorno natural y los vínculos que nos atan al planeta. Lo que nos crea, nos complementa.

En su concepción la obra conecta de forma directa con el “origen” y pone de manifiesto a las semillas como micro cosmos creadores de vida en abundancia. Es increíble ver cómo la naturaleza conspira para desarrollarse incluso en los medios más adversos.

Al tener una semilla en las manos siento lo extraordinario que es el universo; desde una perspectiva más amplia: “Una abstracta panspermia que se cuece en supernovas”. Pienso en la causalidad y los acontecimientos que la han traído a mí, la acepto incluso con su incertidumbre. Su odisea final estará influenciada por mi ayuda, aunque su prosperidad dependerá de su constitución y voluntad. Con pretensión la sembraré cerca con la esperanza de verla crecer y formar parte del ecosistema.

Las semillas son vehículos de vida en abundancia, tienen alta resistencia y un potencial transformador. Son fuego, son energía.

Sus texturas, formas de propagación, las cantidades que surgen de los frutos y su apariencia me cautivaron; además de sus maravillosas características biológicas, como la longevidad, germinación, latencia, adaptación y evolución.

Las semillas son extremadamente importantes para nuestra supervivencia, no solo porque son las principales dispersoras de vida vegetal, sino porque son fuente fundamental de alimento, ayudan en la regeneración de bosques y la preservación de múltiples especies.

Esta obra es una invitación a vincularnos con las semillas y comprometernos con su cuidado, un llamado a tomar acción con actos simples. Crear conciencia alrededor de nuestra forma de vida es el primer paso para entender que somos parte de un ecosistema sin fronteras, donde cada acción es recíproca y determinante para nuestro futuro.

La vida, una frágil pero poderosa fuerza que se presenta en infinidad de formas; una llama que se propaga, se multiplica y evoluciona con el impulso de la mano divina de la naturaleza, el tiempo y el azar.